Su atractivo radica en esa misma palabra: videojuego. Darksiders es la definición de juego de acción en toda regla. Pero vayamos por partes, como dicta la rutina de costumbre: éste es un título donde se nota el mimo en cada rincón. Su apartado gráfico resplandece, no sólo porque estos son realmente buenos para un juego de 2010, sino porque la ambientación de un mundo postapocalíptico, unida al diseño de personajes, crean una combinación muy única. Cuando oyes "Darksiders", te imaginas un juego realmente oscuro, que pueda causar hasta miedo, pero nada más lejos de la realidad: todo el juego está repleto de colorido y con un diseño tirando a caricaturesco, pero sin perder ni una pizca de seriedad o violencia durante el transcurso de la trama. Hablando de los personajes, estos han sido diseñados por el talentoso Joe Madureira, el creador del cómic Battle Chasers y dibujante de Uncanny X-Men. ¡Y se nota una barbaridad el empeño que ha puesto en su trabajo! El aspecto de los personajes, especialmente el de nuestro querido protagonista, es simple y llanamente impresionante.
La música está ahí, es lo que uno esperaría de un juego con esta temática: orquestada y con momentos de inquietud y acción; se adapta bien a toda situación y escenario por los que pasamos. Por otro lado, el doblaje al español es bastante bueno, con algunas voces conocidas tanto en el mundo de los videojuegos como en el del cine.
Darksiders es un popurrí de ideas ya conocidas, bien combinadas
y con una estética que rebosa personalidad. ¡Magnífico resultado!
La trama nos coloca en un planeta Tierra devastado por el conflicto entre ángeles y demonios, el Juicio Final desatándose en el reino de los humanos. Guerra, uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, es convocado para sembrar la destrucción, pero pronto descubre que ha sido traicionado para que el Consejo lo condene. Pidiendo una oportunidad para vencer al Destructor, ente que supone una amenaza para el equilibrio del mundo, Guerra busca redimirse de un crimen del que no es culpable y recuperar su libertad.
Es una premisa más que decente con una temática muy bien elegida para la situación. Guerra no es ni ángel ni demonio, así que tanto el Cielo como el Infierno tratarán de aniquilarlo. ¿Cómo puede defenderse nuestro querido Jinete? ¡Con ese pedazo de metal afilado que carga como si nada! La poderosa espada Devoracaos es su arma principal, y nos permitirá salir victoriosos de la mayoría de emboscadas enemigas. Por este peligroso mundo, encontraremos diversos lugares como estaciones de metro abandonadas, un páramo desértico cubierto de ceniza y una catedral en ruinas, pero lejos de mostrar únicamente paisajes destruidos y grises, Darksiders nos deleitará la vista de vez en cuando con algún que otro bello lugar de abundante vegetación. ¡Todo aderezado con una cucharada bien cargada de violencia, claro!
Darksiders es ese juego de acción al que no le falta de nada: recoge lo mejor de otros juegos y le da su propio enfoque, aunque se nota especialmente la influencia de dos franquicias: The Legend of Zelda y God of War. Del primero recoge la forma de movernos por las mazmorras, los puzles que tendremos que resolver dentro de éstas, los mapas divididos en pisos, desplazarse por el mundo a caballo, los portales que hacen las veces de acceso rápido a los diferentes lugares, buscar llaves en determinadas habitaciones que nos abran nuevos caminos y artefactos localizados en diferentes lugares que se usan tanto para pasar ciertas zonas como para hacer frente al jefe que hay justo después. Del segundo está presente la recolección de esencias (almas) soltadas por los enemigos al morir, cada una con un uso distinto, siendo una de ellas la moneda de cambio del juego para adquirir mejoras y armas; las secciones de escalada dispersas por cada zona, el estilo hack n' slash a la hora de hacer frente a nuestros enemigos, una forma alternativa temporal que aumenta el poder enormemente, la mejora de armas a medida que se va luchando y, por último, los "finishers" y el alto grado de violencia.
¡Galopa, Ruina, galopa! Podrás seguir calcinando a tus enemigos
a lomos de tu corcel con disparos y contundentes mandoblazos.
No obstante, algunas de estas ideas están mejoradas respecto a las fuentes de inspiración: el caballo Ruina es fácilmente invocable en las zonas permitidas, las armas mejoran automáticamente a medida que las usamos (aunque podemos incrementar su variedad de golpes y el alcance y poder de estos si vamos a ver al mercader Vulgrim) y el combate es bastante dinámico, permitiéndote luchar incluso bajo el agua.
Desafortunadamente, en otros aspectos se ha quedado a la sombra de sus influencias. Vale, lo veo natural, no son sagas precisamente fáciles de superar, pero la mayor queja la tengo con los portales: Vulgrim, un amable demonio mercader que te ofrece objetos y mejoras para tus armas a cambio de almas azules, te permitirá utilizar agujeros de serpiente llegado un momento temprano del juego para desplazarte a puntos de encuentro con él que ya hayas encontrado. Hasta ahí bien, una función de "fast-travel" siempre se agradece; el problema es que cada vez que uses uno de estos portales, tendrás que hacer un pequeño recorrido en un pasaje astral. No suele llevar más de medio minuto, pero es bastante molesto tener que hacerlo siempre. La primera vez está bien para explicar cómo Guerra toma el atajo de un lugar a otro, pero cuando tienes que ir de aquí para allá, es algo tedioso.
Otra cosa que decepciona un poco son los jefes finales: hay suficientes y tienen un diseño espectacular, pero su dificultad no está lo bastante balanceada. Y no es por que Guerra sea muy poderoso en los momentos finales del juego, sino porque la forma de causar daño a los jefes desvelando sus puntos débiles se va volviendo más y más fácil (y si contamos que con los primeros no es especialmente complicado). De hecho, el último jefe no tiene ninguna debilidad concreta, ninguna coraza que atravesar ni nada por el estilo: métele un espadazo cuando tengas la menor oportunidad y cuando lo derribes, dale una somanta de cortes, estrategia nada presente.
Vale, Vulgrim, tus portales son una mierda comparados con los de
otros juegos, pero no puedes caerme mal... ¡Qué se le va a hacer!
No podemos acabar el análisis sin resaltar unas cuantas cosas buenas, así que ahí van: Darksiders es tremendamente divertido, tiene una buena duración y mantiene enganchado en todo momento. Algunos de los puzles que toca resolver en ciertas mazmorras son un poco complicados, pero perseverando darás con la respuesta, nos pasa a todos. Tienes a un antipático compañero, el Vigilante, que te da consejos cuando se lo pides, pero olvídalo, ya que jamás te ayuda a resolver un puzle; sólo te dice qué tienes que hacer en tal punto de la historia. Y sí, lo he comprobado...
Cuentas con dos armas aparte de la Devoracaos: una enorme guadaña de gran alcance y un guantelete capaz de destrozar muros que de otra forma no podrían atravesarse. Puedes añadir una mejora a cada una de estas armas y cambiarla por otra cuando desees, sin perder la anterior en ningún momento. Hay potenciadores de ataque, defensa y experiencia, entre otras muchas cosas. Las mejoras legendarias son difíciles de encontrar, pero si das con ellas, recibirás increíbles bonificaciones, especialmente al equiparlas en el arma apropiada. A esto, añade un arsenal de artilugios como un disco volador cortante, un cuerno que crea ondas de choque al usarse, una pistola con munición ilimitada, un garfio ideal para colgarse de diferentes lugares... ¡Hasta un brazalete que crea portales! Que además son naranjas y azules... ¿De qué me suena?
Sangre y batallas por un tubo, eso es lo que te espera en Darksiders.
Aunque los de Vigil Games también han querido fardar de puzles.
¿Conclusiones?
Darksiders es tan bueno que duele que nunca vayamos a tener una tercera parte; es un "greatest hits" del género que nadie que se considere amante de la acción y los hack n' slash debería perderse. Bueno, puede que nuestra amada tetralogía de los Cuatro Jinetes nunca vaya a convertirse en una realidad, pero al menos Muerte tuvo su momento en el igualmente genial Darksiders II. Otro día os hablaré de él, pero por lo pronto también os lo recomiendo, en especial si os ha gustado el primero. Aunque lo raro sería que no os gustase, claro...
Gráficos
Sorprendentes para un juego que tiene casi siete años. La ambientación es brutal y el diseño de los personajes lo es más aún, además de contar con una correcta optimización a PC.
Sonido
La música no es destacable aunque sí buena, pero la palma se la lleva el doblaje al castellano, con voces conocidas en este mundillo.
Jugabilidad
La prensa especializada ha tenido opiniones dispares en este aspecto. Personalmente, me encanta cómo han diseñado el modo de combate tanto a pie como a caballo.
Duración
La necesaria para mantenerte enganchado/a sin aburrirte en ningún momento, lo cual es su mayor virtud. Ya ni hablemos de dar con todos los artefactos de la Legión Caída y fragmentos de armadura.
Lo mejor
· Acción y puzles en todo momento que hacen que el aburrimiento sea un concepto inexistente.
· Diseño de personajes y escenarios espectacular, con un estilo muy único.
· Un sándwich mixto de jugabilidad muy apetecible y bien elaborado.
Lo peor
· Atravesar portales es un tostón, y eso que son atajos.
· Los jefes son imponentes, pero a la hora de la verdad tienen poca chicha.
· ¡¿Por qué mejorar armas es tan insufriblemente lento?!
Nota final
9