jueves, 10 de septiembre de 2015

Análisis - Splatoon (Wii U)

¿Qué me estás contando? ¿Después de tantos años, Nintendo ha decidido sacar una nueva propiedad intelectual para Wii U? ¡¿Y enfocada en el online?! Esto hay que inspeccionarlo a fondo. Hoy nos toca hablar de uno de mis platos favoritos como jugador: calamares en su tinta.




¿Qué nos trae el nuevo fichaje cefalópodo de Nintendo?

Mejor empiezo yo con las preguntas: ¿qué pasa si mezclamos chicos y chicas con calamares y tinta de colores? Y por favor, si vais a decir lo que creo que estáis pensando, absteneos a responder... Bueno, la imagen del juego se explica por sí sola: guerras de pintura entre dos equipos de humanoides que tienen el poder de convertirse en calamares. Desde luego, como entrante, nos sugiere un concepto de lo más original. ¿Qué tal si, antes de pasar a la característica más importante de Splatoon, abordamos sus aspectos visuales, sonoros y el modo campaña?

El shooter oficial de Nintendo viene pisando fuerte. ¡La cosa
pinta muy bien! ¿Lo pilláis? ...Vale, ya me callo...

La trama del juego, a simple vista, parece bastante sencilla: los calamares han evolucionado a una forma de vida inteligente conocida como inklings. Entre estos simpáticos seres, es habitual organizar batallas para ver cuál de los dos equipos es capaz de dominar el máximo terreno cubriéndolo de la tinta de su color. Para ello, utilizan armas variadas como pistolas de pintura, pinceles, rodillos... Por eso mismo, es una lástima que en el modo campaña sólo usemos el arma más básica.

Al ser un juego centrado en el online, no esperaríamos una campaña demasiado larga y emocionante, pero lo cierto es que ésta no deja con mal sabor de boca a nadie: una buena cantidad de niveles, equipo desbloqueable al superarlos todos y la posibilidad de ir descubriendo más a fondo la historia de esta civilización. Pero de dicha historia no hablaremos aquí, ¡descubridla vosotros mismos y sorprendeos de verdad! Los niveles no son para nada cortos y algunos pueden llegar a ser realmente desafiantes, ¡hasta encontrar el portal a la próxima fase puede hacer que te comas el tarro más de lo que crees!

Es en este modo campaña donde descubriremos el potencial gráfico de Splatoon: 60 FPS estables con unos elaborados efectos de pintura. Aunque los dientes de sierra de los modelos no están precisamente disimulados, en seguida pasan desapercibidos ante nuestros ojos al quedarnos embobados con el colorido del juego. ¡Y de la música ni hablemos! La mayoría de las canciones son electrónica de la mejor calidad, perfectas para cada ocasión. 

Por último, y antes de pasar al apartado online, hablemos del control: tu inkling se maneja con el stick izquierdo, salta con X, dispara con ZR, se convierte en calamar con ZL, usa armas secundarias con R y desata el arma especial con el botón del stick derecho. La jugabilidad es intuitiva y resulta sencillo acostumbrarse a cada forma de atacar, incluso si eres de los que cambia de arma con frecuencia. Eso sí, lo recomendable al terminar el tutorial es que desactives el movimiento de la cámara con el giroscopio: es un coñazo, te lo digo por experiencia propia.

¡Antes sepia que sencilla! Las diferentes prendas otorgan a 
tu inkling habilidades desbloqueables y un look muy molón.

Una vez comprendes los fundamentos básicos del juego, estás listo/a para entrar en el online. ¿Has creado ya a tu inkling? Las opciones de edición no van más allá del sexo, color de piel y color de ojos. El del pelo cambiará según la tinta que use en cada partida. Por fortuna, puedes cambiar su vestimenta: partes de arriba, cabeza y pies. Cada prenda acumula experiencia al igual que nuestro personaje, con la cual desbloquea habilidades beneficiosas como arrojar granadas más deprisa, consumir menos tinta, tardar menos en reaparecer, resistir mejor la tinta enemiga... Las habilidades no son acumulables, ¡así que elige una buena variedad!

¿Ya estamos preparados para la guerra? Sólo tienes que entrar en el edificio principal de Cromópolis, unirte a una partida, esperar a que todos estén listos y... ¡A meter tralla en batallas de cuatro contra cuatro! Es importante recordar que, a pesar de ser un shooter, Splatoon no se centra en causar más bajas. Obviamente, la ventaja será significativa si contenéis al equipo enemigo, pero el verdadero objetivo, al menos en las partidas amistosas, es cubrir el mayor terreno posible con la tinta de vuestro color. ¿Cómo se pinta el suelo de tinta? Pues... ¡usando tu arma! Según cuál lleves, deberás buscar la mejor forma de mantener a raya al contrincante mientras lo empapas todo. 

La ventaja de encontrarte sobre tu propia tinta es que podrás moverte a gran velocidad bajo ella si adoptas la forma de calamar, por no hablar de que hacer esto recargará más rápido tu tanque de tinta y sanará tus heridas a una velocidad sorprendente. Por otro lado, evita pisar la tinta enemiga: te moverás como una babosa e irá reduciendo tu salud (aunque nunca por debajo del 50%).

Algunas armas, como el rodillo, permiten pintar el suelo con
una enorme facilidad y rapidez. ¡Pero vigila las distancias!

Hablemos de las armas: la más elemental es la pistola de pintura, la cual dispara con una buena cadencia y tiene un alcance medio. Otra arma básica es el rodillo: quien lo usa, es extremadamente vulnerable a los ataques a distancia, pero pinta el suelo con sorprendente velocidad y arrasa a todo aquel a quien pille. También es posible usar el francotirador, que puede cargarse para aumentar la potencia y el alcance del tiro. Esto viene muy bien para pintar paredes rápidamente y subirlas. ¡Pero acuérdate de que las paredes pintadas no cuentan en la puntuación final; úsalas sólo para trepar!

Además del habitual modo territorial, contamos con otros modos para el ambiente competitivo, como dominar determinadas zonas durante un tiempo, transportar una torre a la base enemiga... En cualquier caso, de una cosa puedes estar segura: no te vas a aburrir ni pizca. Splatoon tiene el don de ser extremadamente divertido, a pesar de su sencillez. Las partidas rápidas y el concepto nunca antes visto hacen que no te canses fácilmente de jugarlo. 

Aunque, por desgracia, hay que tomar en cuenta algunos fallos gordos... El primero es el desequilibrio de los equipos. En más de una partida te encontrarás con la siguiente situación: siete usuarios que te sacan diez niveles o más, uno de ellos con el rodillo de carbono y otro con el aerógrafo plus. Y reza por que toquen en tu equipo alguna vez, porque los miembros de cada uno van cambiando por cada partida que pasa. Esto puede hacer que, en una batalla, tengas la victoria en el bote, y en otra te dejen más planchado/a que un rodaballo. 

Bueno, por fortuna puedes cambiar de arma si una no te convence, ¿no? ¿...no? Pues no. Una vez has entrado en una sala, no puedes cambiar tu equipamiento. La única forma de hacerlo sería salir, elegir lo que quieres llevar y volver a entrar. Además de tedioso, es innecesario. ¿Qué razón hay por la cual no se te permite, al menos, cambiar el arma antes de la siguiente batalla? 

En fin, pero al menos los mapas son decentes, ¿verdad? Eso es cierto, Splatoon cuenta con una más que admirable selección de escenarios fáciles de comprender y dominar. Pero ni siquiera estos se salvan de una terrible característica: hay una rotación que hace que sólo puedas jugar dos mapas, escogidos al azar, hasta que dicha rotación se realice. ¿Que de cuánto es el tiempo, dices? Te vas a reír... ¡Cuatro horas! Los campos de batalla cambian cada cuatro horas. ¿No podría ser cada hora? ¡Es un tiempo excesivo y acaba tornando una experiencia genial en algo repetitivo!

¡Que no decaiga la fiesta! La gran N se siente generosa con este
juego y lo actualiza con mucha frecuencia. ¡Tinta para todos!

Por fortuna, Splatoon se actualiza muy a menudo con abundante contenido para todos. Cada poco tiempo, podemos encontrar en la armería nuevos modelos de armas ya conocidas o incluso algunas que cambian por completo el estilo de juego (cubos, ametralladoras pesadas...), así como ropa de temporada y más escenarios. A estas alturas, se puede decir que el shooter de los calamares tiene bastante más contenido del que traía en un principio, ¡y completamente gratis! 

Actualmente, nos encontramos en la versión 2.0, por lo que ya contamos con un montón de equipamiento nuevo, pero lo mejor es la posibilidad de crear partidas privadas e incluso unirse a otros amigos para participar en combates competitivos. La diversión en Splatoon está siempre presente, ¡pero se multiplica cuando se juega con colegas!

Para finalizar, hagamos una breve mención de la compatibilidad del producto con amiibo: en este título, podemos utilizar tres amiibos: inkling chica, inkling chico e inkling calamar. Cada uno ofrece misiones especiales que nos permiten desbloquear un equipo exclusivo, así como minijuegos extras para amenizar las esperas en los servidores. No se puede decir que los amiibos aporten mucho a Splatoon, pero oye, ahí están...

Y cuando te canses de tanta tinta, date un paseo por Cromópolis,
conoce a otros inklings y comparte mensajes en Miiverse.


¿Conclusiones?

Como ya hemos dicho, Splatoon es tremendamente divertido. Sus únicos puntos negativos, sin embargo, son en lo referente al online. Afortunadamente, son fallos que no estropean la experiencia, ya que, de un modo u otro, estos calamares nos tienen enganchados desde el minuto uno. Sin duda, uno de los títulos más originales de 2015 y un imprescindible de Wii U.

Gráficos
No es una cualidad en la que Splatoon busque destacar. Los dientes de sierra están ahí, se notan, pero los efectos de pintura tan agradables compensan esta pega.

Sonido
Las divertidas voces de los inklings, así como la estupenda música electrónica, harán que jamás quieras bajar el volumen de la tele.

Jugabilidad
No hay muchos botones que usar, y la sencillez de los combates se traducen en un control fácil de comprender... Y aún más fácil de disfrutar.

Duración
La campaña tiene una duración media, algo más extensa si pretendes encontrar todos los pergaminos. El online hace que este juego dure eternamente.


Lo mejor
· Idea original y bien aplicada.
· Buenos controles y variedad de armas.
· Actualizaciones constantes que amplían el contenido.

Lo peor
· Una vez se entra en una sala, no se puede cambiar el equipamiento.
· La rotación de escenarios es innecesariamente lenta.
· No existe un balanceo que permita originar una sala con gente de niveles similares.

Nota final
9

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