¿Un Super Smash Bros. de Sony? ¿Esto ha existido?
Sí, así es. PlayStation All-Stars Battle Royale (caray, ¿no tenían un título más largo?) es un brawler en toda regla cuya plantilla de luchadores está casi completamente constituida por personajes de las consolas PlayStation. Curiosamente, estando fuertemente influenciado por Super Smash Bros., Sony tuvo la idea de que este título se publicara tanto en sobremesa como en portátil antes que la propia Nintendo; si bien, en este caso, tanto una versión como otra son el mismo juego y admiten función cross-play (es decir, tanto jugadores de PS3 como de PS Vita pueden jugar juntos). Es más, al adquirir la versión de PS3, se te obsequiará con una copia digital del juego para PS Vita, así que ya empezamos a hablar en positivo.
Gráficamente, hay muy poca diferencia entre la versión de
sobremesa y la de portátil, fruto de la gran potencia de Vita.
Con respecto a los gráficos, cumple muy bien. Algunos personajes incluso se han visto favorecidos, como Sackboy y Jak, mientras que a otros como Nathan Drake han tenido que rebajarlos un poco, pero aun así ninguno se ve nada mal. Lo mismo se puede decir de los escenarios y los efectos, todo correcto. Si bien no son unos gráficos impresionantes para la versión de PS3, entre esta versión y la de PS Vita casi no existen diferencias. Es lo que tiene ser la consola portátil más bestial jamás creada, ¿no creéis? Qué pena que no podamos elogiar del mismo modo al sonido. No hay ninguna remezcla memorable de las canciones más conocidas, y el tema principal es genérico y con poco gancho. Eso sí, como aspecto positivo, podemos elegir entre dos temas de victoria exclusivos para cada personaje.
La jugabilidad es lo que saldría mezclando un fighter con un brawler. ¿No te queda claro en inglés? Te lo explicaré con otras palabras: en sí, el juego es un brawler con libertad de movimiento, un máximo de cuatro jugadores en pantalla y escenarios repletos de trampas y plataformas, pero hay implementado un sutil sistema de combos. Si tienes los reflejos necesarios, puedes asestar muchos golpes seguidos mientras te pitorreas sin piedad de tu contrincante. Es más, cada uno de los personajes cuenta con dos tutoriales: uno para conocer todos sus movimientos y otro para aprender sus posibles combos.
Los escenarios cuentan con una particularidad: se fusionan con
otras sagas, como en este caso, PaRappa the Rapper y Killzone.
Como podéis ver en la imagen de arriba, los escenarios pertenecen a franquicias de Sony. Sin embargo, al llevar un tiempo luchando en ellos, serán invadidos con elementos de otras sagas. Por ejemplo, es posible jugar en el Hades, escenario de God of War III, y que, pasado un rato, aparezcan los lanceros de Patapon arrojando sus armas. Es un concepto muy interesante que añade mucho atractivo al juego, y es posible desactivar las trampas antes de empezar una partida en las opciones. A esto se añade la posibilidad de elegir entre tres modalidades de juego: por tiempo (el que consiga mayor puntuación en un tiempo límite gana), por muertes (vence quien llegue antes a la punutación indicada) o por vidas (quien termine la partida conservando al menos una vida se lleva la victoria).
Lo que sí cambia radicalmente con respecto a otros juegos es la forma de obtener puntos: los personajes tienen salud ilimitada, por lo que no puedes vencerlos con tus movimientos ni con obstáculos del escenario. Será necesario llenar una barra que aparece en la pantalla a la derecha del logo de tu personaje. Dicha barra puede cargarse hasta tres niveles, dándote en cada nivel el derecho a ejecutar un ataque letal. Cuanto mayor sea el número, más preciso será el movimiento y más muertes podrás obtener. En el caso de algunos personajes como Spike o Toro, el ataque más poderoso es imposible de evitar, lo que significa que se llevan tantos puntos como oponentes estén luchando. Eso significa que no basta con machacar a tu enemigo: tienes que asestar el golpe letal, ¡no querrás desperdiciarlo! Esto le da a PlayStation All-Stars Battle Royale un sello muy distintivo en su jugabilidad.
Por supuesto, puedes usar objetos que te beneficiarán, pero...
¿Acaso no es cierto que los jugadores justos los desactivan?
Ahora, toca hablar de los modos de juego: arcade, misiones, tutoriales, entrenamiento, online (que a su vez tiene modalidades clasificatorias, amistosas, libres y por equipos) y local. Esto... ¿Ya está? No sé, en principio no suena mal, pero el modo de misiones es siempre el mismo para cualquier personaje, todos ellos tienen prácticamente los mismos objetivos y sólo sirven para subirlos más rápidamente de rango. Por cierto, el rango de los personajes sirve para desbloquear fondos e iconos para tu tarjeta, la cual será visible en tus partidas online, así como burlas, secuencias de introducción, trajes y temas de victoria para el personaje en cuestión. Lamentablemente, es uno de esos títulos que necesita el terrible pase online para acceder a dichas funciones. En serio, es lo peor que he visto en el mundo de los videojuegos desde el formato episódico.
El modo arcade tampoco es como para tirar cohetes, son varios combates efectuados siempre en el mismo orden: un número determinado de batallas con distintas normas en las que lo único que cambia son los oponentes, un enfrentamiento con el rival de tu personaje y un combate final contra Polygon Man. ¿No os acordáis de él? Iba a ser la mascota de Sony durante la generación de la PlayStation, pero creyeron que no tenía suficiente gancho y la descartaron. Aquí ha vuelto, y parece que no le ha sentado muy bien esa muestra de desprecio, pues te atacará con sus copias poligonales de otros personajes (hmmm, ¿dónde habré visto yo eso?) al mismo tiempo que se transforma en los peligros de los escenarios que te has encontrado por el camino.
Para ser el título de Sony en homenaje a todas sus estrellas, anda muy escaso de modos y variedad. ¿No habría estado bien un modo historia elaborado? Pero elaborado de verdad, no con cuatro o cinco dibujos estáticos como en el modo arcade, sino con cutscenes y verdadera relación entre los personajes, explicando sus rivalidades y alianzas, como se hizo en el Mortal Kombat de la pasada generación. Y hablando de los personajes...
Hay un total de 20, todos desbloqueados desde el principio, más cuatro que pueden adquirirse por medio de un pago (cinco pavos cada uno, casi nada, aunque dos de ellos eran gratis durante las primeras semanas de su salida). Esto hace un total de 24 personajes; no es una mala cifra, pero parece que no supieron elegir muy bien a los luchadores. Muchos de ellos ni siquiera son exclusivos, aunque tampoco vamos a poner pegas en ese sentido, ya que algunos como Dante de Devil May Cry (que por cierto, viene con ese diseño moderno que a tanta gente disgustó) o Heihachi de Tekken han tenido mucha presencia en las consolas de Sony, pero otros como Big Daddy de Bioshock o Isaac Clarke de Dead Space parecen no pintar mucho ahí.
Por otra parte, personajes como la Princesa Gorda de Fat Princess, Emmett Graves de Starhawk o Nariko de Heavenly Sword, no tienen un gran legado a sus espaldas como para merecer estrictamente ese puesto en el juego. De hecho, se planteó introducir a Lara Croft de Tomb Raider, pero fue descartada. Además, Activision pedía una suma importante por la inclusión de Crash Bandicoot y Sony no pudo (o no quiso) pagarla. En resumidas cuentas, parece ser que quisieron tirar de las licencias menos caras e incorporar personajes de la propia casa poco memorables. A esto añadid que dos personajes son las versiones buena y malvada de Cole, protagonista de inFamous. Podrían haber dejado un espacio para otro luchador y hacer que, por ejemplo, el movimiento letal de nivel 1 de Cole, además de causar bajas, cambiase su karma de bueno a malo y viceversa, dando mucha más variedad al personaje.
Y ni hablemos de lo desequilibrados que están... Mientras que con algunos como Sly Cooper, Sir Daniel o Kat tienes que currártelo un poco para conseguir muchos puntos, otros como Zeus y Kratos llenan su barra en un periquete con pocos golpes difíciles de evitar. Ni siquiera los parches ayudan, no han balanceado lo suficiente el juego y muchos luchadores siguen estando demasiado rotos. Luchadores que, como es de esperar, te encontrarás frecuentemente en las partidas online. Viva la variedad, ¿eh?
Por no hablar de que Polygon Man es absurdamente fácil de
vencer. Te van a dar más problemas sus esbirros que él mismo.
¿Conclusiones?
Un juego que podría haber sido mucho más de lo que es. No es un mal juego en absoluto, y es muy divertido cuando juegas con amigos, pero cargaba con una responsabilidad muy grande sobre sus hombros: convertirse en el mejor homenaje a las consolas de Sony jamás visto. En lugar de eso, se ha quedado a medio camino, con pocos modos de juego, una selección de personajes mejorable y un combate nada equilibrado. Aun así, si eres capaz de ignorar esos defectos y disfrutar de su jugabilidad fresca, PlayStation All-Stars Battle Royale puede darte mucho entretenimiento.
Gráficos
Más que correctos. Todos los elementos se ven y mueven bien en pantalla, por lo que no se presenta ninguna queja en este apartado.
Sonido
Todos los personajes (excepto Sly) tienen sus voces originales, y al ser un juego de Sony, la mayoría de ellos cuentan con doblaje en español. Aun así, la banda sonora se ha quedado muy corta.
Jugabilidad
En su favor, el sistema de muertes y los controles le dan bastante personalidad. En su contra, algunos personajes están demasiado "dopados", por así decirlo.
Duración
Si hablamos de conseguir los trofeos, el platino no te llevará un tiempo excesivo. Ahora bien, si pretendes superar todos los modos y subir al rango 999 con todos los luchadores... Estás mal de la cabeza.
Lo mejor
· Los usuarios de Sony pueden disfrutar de su propio brawler.
· El apartado gráfico cumple de sobra.
· La ejecución de los movimientos es intuitiva y hay cierto componente de combos.
Lo peor
· Escasos modos de juego.
· Selección de personajes que no sacia del todo.
· Hace falta un pase online para jugar vía PlayStation Network.
Nota final
7
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