domingo, 23 de abril de 2017

Análisis - Crash Team Racing (PlayStation)

"Fasten your seatbelts for another... Naughty Dog creation!" ¿Os suena de algo? Ya hemos hablado un par de veces de la reconocida first-party de Sony, responsable en gran medida del éxito de su primera consola (junto con otras compañías como Insomniac, Konami y la por aquel entonces llamada Squaresoft). Durante años, Crash Bandicoot fue para Sony lo que Mario para Nintendo, y empeñados en superar a su durísimo rival, lanzaron en 1999 un juego de carreras con el animalejo naranja como protagonista, en respuesta a Mario Kart 64. ¿Qué tal le fue a Naughty Dog, siendo su primera vez en este género? Vamos a echar un ojo...


¿Un juego de karts con Crash Bandicoot? ¿Esto ha existido?

Sí, no sólo es una realidad, sino que además es uno de los mejores juegos de carreras de su generación. Partiendo de esa afirmación, lo que nos espera en esta review es muy, muy bueno... Ya lo dije en el análisis a PlayStation All-Stars Battle Royale, y ahora mismo pega mucho repetirlo: que algo sea una copia no quiere decir que sea malo. Crash Team Racing es la prueba viviente de ello, pues no solo es una magnífica respuesta a su oponente nipona, sino que... Venga, va, me voy a atrever a decir que, en varios aspectos, supera a Mario Kart 64.

Antes de que me moláis a palos, concededme unos minutos para defender mi postura: Super Mario Kart sentó las bases de un género muy explotable y de una sub-saga increíblemente divertida como lo es Mario Kart. Años después, vio la luz Mario Kart 64, que perfeccionó lo que su predecesor había conseguido transportándolo todo a las tres dimensiones. El fontanero rojo fue el causante de que muchas compañías quisieran tener su propio juego de karts, y Naughty Dog no iba a ser menos. Así, el último juego de Crash Bandicoot hecho por la casa que lo vio nacer fue Crash Team Racing. Fue un trabajo asombroso y satisfactorio; aunque ya se estaba pensando en Jak and Daxter, el equipo estuvo dándolo todo para que el producto final estuviese a la altura del legado que Nintendo acababa de crear.

A quienes no poseyeran una preciosa Nintendo 64, se les 
ofrecía esta otra alternativa... ¡Y qué alternativa, señores!

La historia (sí, un juego de karts con trama, qué cosas...) se desarrolla en un planeta Tierra lleno de animales mutados por el doctor Neo Cortex (vamos, como en los tres juegos anteriores). Un día como otro cualquiera, aparece de la nada una nave alienígena pilotada por Nitrous Oxide, quien lanza un mensaje a todos sus habitantes. Jactándose de ser el mejor corredor de todo el universo, reta a los más rápidos y diestros pilotos del planeta en una competición donde estará en juego el destino del mundo entero. Los Bandicoot se apuntan porque desean salvar su hogar, mientras que Cortex y sus secuaces lo hacen porque... bueno, necesitarán una Tierra que dominar en un futuro, ¿no? Así, héroes y villanos compiten por ver quién será digno de vérselas en el asfalto contra el visitante del espacio exterior.

No me veo a los de Video Game Awards dando un premio por la mejor historia a Crash Team Racing, para qué engañarnos, pero es la excusa perfecta para implementar un modo aventura, el cual consiste en conducir por zonas libres y atravesar portales que llevan a diferentes circuitos en los que superar pruebas. La primera de éstas siempre es una carrera normal y corriente, pero una vez ganemos podremos acceder a las dos siguientes: el desafío CTR y la carrera de reliquias. El desafío CTR es como una carrera, pero tendremos que encontrar las letras C, T y R ocultas en distintos lugares del circuito; el premio es una ficha CTR de un color. La carrera de reliquias es muy similar al desafío contrarreloj de Crash Bandicoot 3: Warped, es decir, que tendremos que completar tres vueltas al circuito en solitario con la única ayuda de unas cajas colocadas por toda la pista que, al romperse, paralizan brevemente el cronómetro. Aun así, el objetivo principal son los trofeos, y al ganar todos los de una zona, deberemos desafiar al jefe de la misma en una carrera uno contra uno. Al vencerlo, recibiremos una llave a la siguiente zona. Al conseguir las cuatro llaves, podremos ir a patearle el tubo de escape a Nitrous Oxide en una última carrera. 

Esto significa que, de entrada, tenemos un modo aventura muy completo y extenso. Tal vez completar los dieciocho circuitos (muy buena cifra para su época, he de añadir) y los cinco jefes no lleve demasiado tiempo, mas luego nos queda obtener todas las reliquias para acceder al verdadero final. ¡Ah, y las fichas CTR! Al obtener todas las de un color, se desbloquea un torneo de cuatro pistas bastante complicado. Ganar cada uno de estos cinco torneos desbloquea a uno de los cuatro jefes portadores de las llaves (más un quinto corredor secreto) para poder usarlo en el resto de modos.

Que esa es otra, contando desbloqueables tenemos quince
personajes conocidos a elegir. ¡No está pero que nada mal!

Ya que hemos sacado el tema de los personajes, una parrilla de quince corredores es una cifra más que respetable, y además están todos los importantes. Comenzamos con los hermanos Bandicoot (Crash y Coco), los doctores Neo Cortex y N. Gin, las abominaciones Dingodile y Tiny, y las entrañables mascotas Polar y Pura. Crash y Cortex son los personajes más balanceados, mientras que Polar y Pura sacrifican velocidad máxima en pro de una buena capacidad de giro. Tiny y Dingodile son difíciles de controlar porque tienen poco giro, pero son muy veloces; N. Gin y Coco no toman las curvas tan bien como Crash y Cortex, pero a cambio alcanzan la máxima velocidad en muy poco tiempo.

Añadimos también varios villanos desbloqueables: Ripper Roo, Komodo Joe, Papu Papu y Pinstripe son los jefes del modo aventura y se consiguen ganando sus respectivos torneos. Venciendo al piloto fantasma de N. Tropy en cada pista en el modo contrarreloj nos ganaremos el derecho a controlarlo. Por último, hay dos personajes secretos más que conseguir: Falso Crash (desbloqueable en el quinto y último torneo del modo aventura) y Pingüino Penta, el mejor piloto del juego (aunque no sé muy bien de dónde ha salido...). ¡Casi la misma cantidad de desbloqueables que de predeterminados! El doctor Brio y Koala Kong también iban a hacer su aparición aquí, así como el dragón Spyro a modo de invitado especial, pero finalmente se quedaron fuera. Una lástima...

¿Y jugablemente cómo chuta? O mejor dicho, cómo arranca...
Bueno, ¡a este apartado sólo puedo dedicar buenas palabras!

La conducción (que, lo creáis o no, es lo más importante en un juego de carreras) es una pasada. Crash Team Racing implementó el utilísimo concepto de miniturbos en el género, haciendo que nuestro piloto pueda pegar hasta tres pequeños acelerones seguidos durante los derrapes. Es una técnica crucial que más te vale dominar para hacer que tus oponentes muerdan el polvo.

Por supuesto, no faltan los locos objetos, ese recurso tan desternillante como injusto que puede dar la vuelta a la tortilla y hacerte pasar del último al primer puesto (o viceversa). Tenemos todo tipo de ítems, como cohetes teledirigidos, bombas rodantes, escudos, bolas eléctricas y las clásicas cajas de TNT. Además, el juego incluye una función especial: mejora de objetos. Cuando cogemos diez frutas wumpa (esos mangos que hay distribuidos por los circuitos y dentro de cajas), los objetos que utilicemos serán más eficaces. Así, las cajas de TNT se convertirán en cajas de nitro que explotan inmediatamente al contacto, el radio de explosión de las bombas es mayor, las pociones de Brio ralentizan temporalmente al chocar con ellas, la barrera protectora dura indefinidamente... Es un sistema muy curioso que añade más locura y variedad al arsenal. 

Por último, existe un modo batalla en el que deberemos dar para el pelo al resto de corredores en circuitos más abiertos con rampas y objetos, algunos de éstos exclusivos de este modo (como la invisibilidad). Podremos configurar previamente el número de puntos necesarios para ganar, y al acabar la partida, se nos valorará en función de nuestra forma de jugar (también ocurre en las carreras versus). Es una tontería, pero igualmente es un detalle simpático.

En lo que a juegos de carreras se refiere, Crash Team Racing
es, ha sido y será un ganador. ¡Divertido, fresco e intemporal!

¿Conclusiones?

Ya hemos hablado de Crash Team Racing como uno de los mejores juegos de carreras de su generación. Pero va más allá: es uno de los mejores juegos de carreras de todos los tiempos. Un elenco de personajes genial, mecánicas nunca antes vistas, buena música, frenético multijugador, un modo aventura... Una pena que éste fuese el último juego del amiguito peludo bajo el sello de Naughty Dog, aunque años después Vicarious Visions nos trajo Crash Nitro Kart, una secuela que mantenía la esencia del original y añadía un montón de novedades (pero con una selección de personajes algo más floja, eso sí). Hablando de Vicarious Visions, ellos son quienes se están encargando del esperado Crash Bandicoot: N-Sane Trilogy. Si la cosa sale bien, sería genial que hiciesen un remake de Crash Team Racing con modo online incluido, ¿no os parece?

Gráficos
Con la mitad de bits, han creado un producto gráficamente a la altura de la competencia. Han tenido que redimensionar a los personajes para que cupieran en sus karts, pero por lo demás... ¡Genial!

Sonido
Cada pista tiene su propio tema musical, todos con el distintivo toque de la saga, de la mano de Mutato Muzika, la compañía que posteriormente trabajó en los Jak and Daxter y en Los Sims 2

Jugabilidad
Para su tiempo, el gameplay fue lo nunca visto... Espera, ¿para su tiempo? Hoy día, ¡sigue siendo muy disfrutable! Cuando se trata de controles que envejecen bien, Naughty Dog sabe lo que hace.

Duración
Entre el modo aventura y el contrarreloj, tienes mogollón de horas para tratar de desbloquearlo todo. Ni hablemos de intentar superar los tiempos de Oxide, ¡es brutalmente difícil!

Lo mejor
· Un juego de karts para la consola de Sony, ¡con una gran selección de personajes!
· Gráficos y música hechos para fardar de potencia.
· Muy buena jugabilidad y variedad de modos.

Lo peor
· Brio, Koala Kong y Spyro se quedaron sin su hueco en este juego.
· Como pasa con casi todos los juegos de PlayStation, la versión europea es algo más lenta.
· Fue el último Crash Bandicoot de Naughty Dog, y se nota su ausencia en los sucesores.

Nota final
9'5

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