viernes, 23 de marzo de 2018

Análisis - Rayman 3: Hoodlum Havoc (PC / PS2 / GameCube / Xbox)

El trabajo del francés Michel Ancel es merecedor de elogios cuando se habla de diseño en el mundo de los videojuegos. El creador de la intemporal mascota de Ubisoft se ha encargado de elaborar los diseños y conceptos de toda la saga Rayman, incluso fue el director del aclamado Beyond Good & Evil, ejerciendo actualmente el mismo rol para su solicitada secuela. Aun así, y como ocurrió con Hidetaka Miyazaki en Dark Souls II, Ancel estuvo ausente durante el desarrollo de uno de los juegos de su franquicia. Da miedito cuando se dan estos casos, sin duda, pero lo cierto es que nos hallamos ante todo un cierre para una gran trilogía cuyos fans ansían que se convierta en algo más de cara al futuro. The Freak Remastered abrió sus puertas analizando el primer Rayman, y hoy, tras casi tres años de redacciones, hablaremos del tercero.


¿Un Rayman sin Michel Ancel? ¿Seguro que es buena idea?

Aunque esto pueda hacer pensar todo lo contrario, no se puede decir que la falta del genio artístico de Ubisoft se haya notado demasiado. Teniendo en cuenta que Rayman era un plataformas exigente y clásico en dos dimensiones y que Rayman 2: The Great Escape supuso un salto al 3D con notorios cambios en ambientación y narrativa, todos los giros que dio Rayman 3: Hoodlum Havoc a la saga, tanto para bien como para mal, fueron más que comprensibles; en el momento de su salida, ésta aún no había cumplido siquiera su décimo aniversario, era bastante joven y la experimentación en cada juego, incluyendo el Rayman M que salió entre una entrega y otra, le sentó de maravilla a la hora de mantener el tipo y evitar sentirse repetitiva. Pero pasemos a la pregunta más importante: ¿es mejor o peor juego que sus hermanos mayores? La respuesta es... ni una cosa ni la otra. 

Me gusta referirme a Rayman como "una de esas sagas". Están aquellas que tienen un favorito indiscutible, independientemente de cuán elevado esté el listón de calidad. Por ejemplo, aunque todos los Final Fantasy gozan de sus fortalezas y aportaciones tanto a la industria como a su propia serie, casi todo el mundo coincide en que el punto álgido de la misma fue alcanzado en 1997 con su séptimo episodio. Por otro lado, con "esas sagas" hago alusión a aquellas cuyos juegos son queridos más o menos por igual y no cuentan con un preferido en toda regla. Rayman es un claro ejemplo, ya que, aunque Rayman 2: The Great Escape sea inmensamente amado y haya sido trasladado a muchísimas plataformas distintas, hay un gran sector de fans que se decantan por el ritmo bidimensional del primogénito y otro nada desdeñable que se inclina más hacia la acción y la vistosidad del benjamín. Sin más rodeos, vamos a ver por qué Rayman 3: Hoodlum Havoc es tan genial...

En Rayman 2: The Great Escape, los pequeños lums movían el mundo.
Ahora, algo ha cambiado: ¡algunos de ellos serán tus peores enemigos! 

Poniéndonos al día con la trama, cabe destacar que podemos comenzar jugando a este título sin haber siquiera probado los anteriores. Aunque se conservan algunos elementos cruciales para dar consistencia al argumento, como la existencia de los lums, y aparecen personajes ya conocidos como GloboxMurphy o los diminutos, el planteamiento de este mágico mundo se ha cambiado más de lo que ya de por sí aparenta. Presentándonos a un Rayman ya crecido, con unos poderes desarrollados, el equilibrio del planeta se ve alterado con la aparición de André, otrora un apacible lum rojo como los demás, ahora un malvado lum oscuro capaz de corromper a sus semejantes con solo tocarlos. Con ello, planea formar un ejército de hoodlums, siniestros peleles controlados por los propios lums oscuros, para someter al mundo entero. Sin embargo, durante el asalto al Concilio de las Hadas, Globox engulle accidentalmente a André, viéndose obligados él y su fiel compañero, Rayman, a asistir a un curandero asegurándose, de paso, de que el malintencionado lum se mantenga alejado del corazón del mundo. 

Dicho esto... ¿Podemos, si no es mucha molestia, levantarnos todos de nuestros asientos y vitorear esos gráficos como si de un directo de Plácido Domingo se tratase? El poderío gráfico de Ubisoft siempre ha estado presente, y Rayman 3: Hoodlum Havoc es una de tantas pruebas de ello, con esa variedad de colores tanto en el escenario como en la iluminación, y montones de modelos detallados, por no hablar del gran mimo puesto en la animación y las expresiones faciales. Ya era difícil superar lo conseguido en Rayman 2: The Great Escape, pero lo lograron con creces.

Un fuerte aplauso se merece también el apartado sonoro, con música para toda ocasión, desde el marchoso funk que suena en las transiciones de zonas hasta la bella atmósfera auditiva que se genera en los momentos de tranquilidad. Y no se queda solo en una banda sonora muy buena; también el doblaje al castellano es de los mejores de su generación, teniendo a Álex Saudinós (voz de Bob Esponja y de Jimbo en Los Simpsons) como Rayman y a José María Carrero (intérprete de varios personajes en el anime Digimon y en unos cuantos títulos de Blizzard) como Murphy, entre otros.

Aunque no hay muchos jefes, no nos libraremos de varios
enfrentamientos contra tipos muy duros. ¡Prepara los puños!

Aunque el héroe flexible ya está acostumbrado a las tres dimensiones (hay que decir que se inició estupendamente), la jugabilidad en esta tercera entrega es muy distinta a lo que vimos en el Claro del Hada y sus alrededores. Éste es un título mucho más orientado a la acción directa, al combate uno contra uno, y no nos costará ni pizca habituarnos a este nuevo modelo. El blanco fijo funciona de forma muy parecida, pero Rayman vuelve a atacar lanzando sus puños, y puede disparar realizando trayectorias curvas hacia los lados, truco especialmente útil contra enemigos que usen escudo o alguna cobertura. 

Con respecto a los enemigos, estos son muy variados. Los más básicos son los hoodlums armados con trabucos, pero también los hay que arrojan granadas o incluso algunos hechiceros que se dejan ver únicamente para proteger a sus aliados con una barrera irrompible. Los combates están muy bien pensados, exigiéndonos máxima concentración para esquivar las ofensivas de toda una horda mientras eliminamos a los oponentes uno por uno. Los jefes finales no son muy numerosos, pero plantean desafíos y mecánicas muy diversos; ya sabéis lo que dicen sobre la calidad y la cantidad... Uno de los más recordados es Razoff, que se esconde en varios puntos de su mansión para intentar abatir a Rayman con su rifle de caza, transformándose la cámara en la mira de esta arma mientras buscamos un lugar para protegernos del disparo.

Escenarios increíbles, mucha acción... La única forma de que
esto mejore es con trajes de combate. Espera, ¡¿también hay?!

A diferencia de lo que uno puede pensar, las secciones de plataformas no han sido descuidadas. Sí que es verdad que se nota el nuevo enfoque de la saga y que no será hasta la segunda mitad de la aventura cuando empezaremos a visitar mundos con plataformeo en 3D puro y duro, pero desde el principio se nos plantean puzles y pruebas de velocidad, así como la necesidad de eliminar a todos los enemigos ubicados en cada área para que Globox pueda seguirnos el ritmo (ya sabéis que es un poco cobarde). 

Aunque sin duda, la mayor novedad del juego a nivel de gameplay es la inclusión de uniformes de combate. En diferentes puntos del mapa, encontraremos latas de detergente láser que transforma la ropa de Rayman en una armadura muy chula con la que dispone de acceso temporal a nuevas habilidades. Entre estos, se encuentran los puños de hierro, especialmente dañinos y aptos para enfrentamientos rápidos, se usan para romper puertas y otros obstáculos que de otra forma no sufrirían el más mínimo rasguño. Sigue siendo posible engancharse a los típicos anillos voladores, para lo que usaremos otro poder que permite a nuestro intrépido atleta arrojar cadenas con cepos para osos en los extremos; asimismo, con dichos cepos podremos enganchar a los enemigos y electrocutarlos. 

La variedad va más allá de los poderes, pues dispondremos de fases en las que todo el cuerpo de Rayman encogerá de forma extrema, a excepción de sus pies. Así, entrará en una especie de prueba en la que, montado en una de sus zapatillas, deberá embestir varias veces a la otra para abrir el camino (de toda la vida, vaya). En un momento dado, tendremos un circuito de snowboard, y más adelante, una zona en la que Globox pilotará una aeronave biplaza con un cañón láser en la parte trasera para su mejor amigo. ¡Y todo esto en tan solo nueve zonas! Muy largas, eso sí, y todas con un diseño excelente tanto a nivel artístico como arquitectónico.

Date el lujo de explorar, contempla cada detalle de este bellísimo
mundo... Y ríete con las payasadas de Globox, que es muy majo.

El estudio también se puso las pilas para dotar a Rayman 3: Hoodlum Havoc del humor que la saga necesitaba. El anterior no estaba exento de puntazos como la disputa entre los diminutos por ver quién de ellos era el rey, o el carácter tan alegre como impulsivo de Clark, pero es aquí donde Ubisoft ha decidido añadir aún más personalidad a cada figura. No tienen desperdicio algunas de las frases de Globox cuando lo golpeamos, los chascarrillos subidos de tono de Murphy durante el nivel de tutorial, o lo que es aún mejor: al derrotar al primer jefe del juego en el Bosque Hojaclara, nuestro protagonista toma prestada su máquina de combate para seguir aplastando hoodlums mientras suelta frases como si comentara un partido. Aunque sigue sin ser muy hablador, estamos ante el Rayman con más salero de la trilogía, y por eso lo adoramos.

Ojalá todo fuese positivo, pero toca hablar de un detalle muy molesto: la selección de niveles. Las nueve extensas zonas están divididas en varios segmentos, y al final de cada uno se nos da una puntuación (sí, hay un puntuador en este juego). Los puntos se multiplican por cifras cada vez más altas si obtenemos rápidamente un gran número de cristales, rompemos cosas, derrotamos a varios enemigos seguidos e incluso portamos un uniforme de combate en ese momento. Las puntuaciones altas nos permiten acceder a minijuegos de bonificación que aumentan tanto la rejugabilidad como la ya de por sí enorme variedad del videojuego. 

Asimismo, volveremos a reventar jaulas para rescatar a los diminutos, que nos harán regalos en metálico o nos permitirán continuar nuestro camino ofreciéndonos el traje que nos hacía falta para seguir. Hasta ahí todo bien... El problema es que no podemos elegir desde qué segmento comenzar una zona. Si queremos, por ejemplo, repetir el jefe final del Desierto de los Knaaren, deberemos atravesar toda la zona desde el inicio. Vamos, que es como los otros dos Rayman en este sentido, solo que mucho menos permisible dado el año de salida del último.

Con sus pros y sus contras, Rayman se ha convertido en una
trilogía legendaria. ¡Larga vida al héroe sin brazos ni piernas!

¿Conclusiones?

Acción, plataformas, magia, fantasía y mucho cachondeo... ¿Se puede pedir más a un juego de principios de siglo? Rayman 3: Hoodlum Havoc es uno de los mejores juegos de aventuras de su tiempo, se niega a aburrir a quien lo juega y arranca una sonrisa tras otra al tiempo que embelesa con su belleza gráfica y sonora. ¿Es mejor que Rayman 2: The Great Escape? ¿Es peor? ¿Es realmente mejor el primer Rayman? Son preguntas complicadas... Realmente, cada uno es distinto y bueno a su manera. Pasamos años sin catar un producto del gran icono francés a la altura de su legado hasta la salida del carismático Rayman Origins y de su imprescindible secuela Rayman Legends, pero lo que nos encantaría ver a más de uno es un nuevo título en tres dimensiones que aproveche toda la tecnología a la que Ubisoft tiene acceso. Por dejarlo caer...

Gráficos
Sensacionales, coloridos y con un despliegue sin par en la animación y las expresiones faciales de los personajes. Ni un solo reproche en cuanto a cómo se ve, desde luego.

Sonido
La banda sonora rebosa carisma y variedad por partes iguales, y el doblaje al castellano está a la altura de los grandes referentes de PlayStation en este apartado.

Jugabilidad
Aunque en 3D, da varios giros de tuerca con respecto a la entrega anterior. Los tortazos están a la orden del día, y repartirlos es tan satisfactorio como resolver los diferentes puzles.

Duración
Es bastante extenso para su género, e incluye mogollón de minijuegos y contenido extra para que no decaiga la diversión. Lo mejor es que no alberga ningún segmento especialmente monótono.

Lo mejor
· Un plataformas en 3D puro y duro, de lo mejorcito de su género.
· Escenarios y personajes con un diseño alucinante.
· Grandes dosis de humor y mamporros por los cuatro costados.

Lo peor
· El plataformeo no empieza a suponer un desafío hasta pasadas las tres o cuatro primeras zonas.
· Rejugar los niveles desde el primer segmento obligatoriamente es una terrible limitación.
· La versión HD carece de la introducción y los vídeos de bonificación presentes en el original.

Nota final
9