lunes, 8 de agosto de 2016

Análisis - Sonic the Hedgehog (PS3 / Xbox 360)

¿Qué hacéis vosotros cuando estáis de mala leche? Más de uno tendrá una almohada a mano en la que clavar sus nudillos con fuerza, otros son más de romper cosas y hay quien opta por sistemas penados por la ley... ¿Que qué hago yo? Escribo reviews de juegos malos. Y es curioso, ya que llevamos veinte juegos analizados y ninguno ha sacado una nota inferior al 5 (y eso que Hotel Mario estuvo a puntito). ¿Por qué no cambiamos eso? He pensado en los peores títulos que he jugado en mis dos décadas de vida, y sólo se me ha venido a la mente uno que he logrado superar de principio a fin. Es una pena que su protagonista sea cierto erizo muy querido por la comunidad de jugadores. Se lo compensaré en un futuro hablando de algún juego bueno suyo...


Sonic lo ha pasado mal, pero, ¿de veras es para tanto esta vez?

No podéis haceros una idea. Cabe destacar que, como podéis ver en la primera imagen, este juego estaba destinado a celebrar por todo lo alto el 15º aniversario de la legendaria mascota de SEGA. Por cierto, a partir de ahora me referiré al popularmente llamado Sonic 2006 ó Sonic '06 como Sonic the Hedgehog, pero teniendo en cuenta que no haré ninguna alusión al original de Mega Drive.

Como podéis imaginar, el listón estaba por las nubes en aquel momento: la séptima generación acababa de nacer y Sonic Team trabajaba para mandar a sus personajes directos a la alta definición. Más bien, los enviaron a una atroz defunción... Pero, ¿qué diablos pasó? Tenían todo lo necesario para hacer el que debía ser el mejor Sonic en 3D jamás hecho. Entonces, ¿qué fue lo que salió mal? Bueno, profundicemos: la historia de Sonic the Hedgehog es, tal vez, la más adulta y sofisticada que han sacado jamás; no hablo de esto como algo necesariamente malo, el desarrollo de Sonic y sus compañeros en un mundo más realista es algo de lo que jamás he estado en contra, y en ese sentido, no lo han hecho nada mal aquí. En fin, resumiendo la trama gira en torno a Sonic (ya sabéis, ese erizo azul con zapatillas capaz de correr a velocidades de infarto), que llega al reino de Soleanna a tiempo para rescatar a la princesa Elise III del secuestro de su eterno enemigo, el Dr. Eggman. En el proceso, un nuevo personaje venido del futuro llamado Silver da con Sonic creyendo que es la llamada "semilla de Iblis", es decir, aquel que causará el despertar de una bestia responsable de que el mundo de su época esté sumido en un ciclo de caos y destrucción interminable, y se propone, en un principio, destruirlo para evitar el surgimiento de Iblis y restaurar la paz del mundo del mañana. Por su parte, Shadow trabaja junto a su compañera Rouge como agente especial de las fuerzas militares GUN e interviene de vez en cuando para ayudar a Silver y a Sonic.

Ninguna objeción en cuanto a la historia, la verdad es que logra
entretener. Por lo menos hasta que te das cuenta de la parte mala.

Hasta aquí todo bien, ¿no? Como curiosidad, Sonic the Hedgehog supuso el debut de Silver y el regreso de la gata Blaze, lo cual aumentó mucho las expectativa. Hablemos de los gráficos: no son gran cosa, de hecho las demos presentadas en el E3 se veían bastante mejor, y con suma frecuencia el juego se ralentiza cosa mala sólo por haber tres o cuatro personajes en pantalla, contando enemigos, lo cual es un problemón. Además, las cinemáticas son un despliegue de medios brutal, pero cuando nos paramos a observar las escenas con el motor in-game, nos damos cuenta enseguida de que la expresividad de los personajes brilla por su ausencia. Que nadie os quite el derecho a sentiros timados, porque esto ha sido un "downgrade" como la copa de un pino.

Todo lo contrario se puede decir de la música: es soberbia, llena de variedad y muy adaptable a cada nivel y situación. No es una sorpresa que, incluso en los peores títulos de Sonic, la banda sonora cumpla con creces. El doblaje no es una maravilla, pero oye, tampoco es que vaya a provocarnos migrañas, así que...

Viéndolo, no parece tan malo, ¿a que no? Oh, parece que hemos
dado con el principal problema del juego: ¡su horrible control!

En Sonic the Hedgehog, a lo largo de las tres historias principales, podremos controlar a muchos personajes según la zona. A propósito, los niveles son muy largos, variados y coloridos, y tendrán un desarrollo diferente según el personaje que nos toque controlar en ese momento. Aparte del trío de erizos ya mentados, podemos ponernos en el pellejo de Tails, Knuckles y unos cuantos más, lo cual hace que no nos movamos siempre de la misma forma y tengamos una mayor diversidad. Las normas generales, ya sabéis cómo van si habéis jugado a algún otro Sonic: recoged anillos, machacad enemigos y corred hasta la meta. Se os puntuará según los anillos conservados, enemigos vencidos y tiempo invertido.

Pero claro... ¡¿Alguien tiene la amabilidad de explicarme de qué sirve dicha diversidad si la jugabilidad es un asco?! Literalmente, es horrible, el juego es casi injugable: la cantidad de bugs y glitches es inmensa, las cajas de impacto están hechas con las nalgas, hay errores de script a patadas, puedes atravesar más muros de los que crees, los interruptores de contacto se activan unas veces sí y otras no, y hasta puedes pasar los típicos loopings caminando tranquilamente como si usaras suelas adhesivas.

Pero los peores fallos son los que trae cada personaje: Omega puede levitar de forma casi indefinida machacando el botón de salto, haciendo que puedas acceder a zonas que no le corresponden; a Knuckles le cuesta horrores despegarse de las paredes; las físicas en los vehículos de Shadow son inexistentes; los poderes psíquicos de Silver funcionan como le da la real gana... Y la peor parte se la lleva nuestro Sonic: a veces, tendrás que superar recorridos en los que el protagonista se mueve a una gran velocidad sin posibilidad de frenar o de siquiera aminorar un poco la marcha. Prepárate para una oleada de obstáculos que tendrás que esquivar con unos imprecisos saltos y una capacidad de cambio de sentido ridículamente limitada. Si nunca habías visto un juego en el que fuese posible hacer un control malo con partes aún más horrendas, te presento Sonic the Hedgehog.

¡¿Dónde puñetas están los frenos?! De verdad, no sé en qué
diantres estaban pensando los programadores al hacer esto.

Se suponía que éste iba a ser el juego definitivo de la saga. ¿Cómo han podido originar tamaño desastre? Os lo explicaré: Sonic the Hedgehog tuvo un desarrollo muy difícil, la fecha de lanzamiento estaba prevista para cuando el erizo cumpliera sus quince añitos y SEGA presionó muchísimo a Sonic Team para que terminaran el producto lo más rápido posible. Y ya sabéis lo mal que sale algo cuando se hace con prisas... Por ese motivo, lo que nos llegó parecía más una beta inacabada que un juego digno de la reconocida franquicia.

No podéis haceros una idea de lo increíblemente mal programado que está hasta que lo probáis. ¿Qué digo? ¡Apenas está programado! Pero ¿sabéis qué? No puedo culpar a Sonic Team, ellos querían hacer un juego bueno de verdad; la culpa es de SEGA por meterles prisa en lugar de posponer su lanzamiento. ¿Qué más da que no se lance en la fecha del 15º aniversario? ¡Los jugadores queremos una pieza de software completa, no estos cuatro cachitos sueltos que nos han vendido!

Oh, y no os he explicado una cosilla sobre la aventura: nos movemos por Soleanna para hablar con la gente, comprar cosas y entrar en las diferentes zonas. Los ciudadanos, a veces, nos ofrecerán misiones secundarias que podemos llevar a cabo para variar. Y sí, ya sé que queda muy espontáneo mencionar esto a estas alturas, después de poner verde a este pseudo-juego, pero creedme, viene muy a cuento dado lo que tengo que decir ahora...

¿Qué? Ah, nada, aquí caminando tranquilamente por este rizo. 
Como si no pasara nada, ¿sabéis? Lo que tiene uno que ver...

Ya hemos mencionado el gran problema que arruina por completo la experiencia: los controles totalmente corrompidos a causa de los numerosos glitches. ¡Oh, espera, que hay un segundo gran problema! Sí, y puede que cuando os lo mencione os resulte una tontería, pero os aseguro que no es así. Os hablo de las pantallas de carga. Sí, lo que leéis: las condenadas pantallas de carga. No debería considerarse legal cobrar por realizar un trabajo tan mediocre y que encima lo poco que hay que cargar lleve tantísimo tiempo de espera. Sin exagerar, la primera vez que me puse a jugar, tras la primera cinemática, pensé que el disco estaba dañado o sucio porque tardaba demasiado en cargar. Y pensaréis que no es para tanto, que a lo mejor estoy abusando de la hipérbole por puro vicio. ¡Pero no! Hay tiempos de carga de hasta medio minuto para cargar un diálogo previo a una misión, aunque sea un mísero texto de dos o tres líneas. ¡Y luego otra puñetera pantalla de carga para comenzar la misión! Es un ciclo sin fin de cargas innecesarias.

No bromeo cuando digo que esto es lo que vais a ver la
mayor parte del juego. ¡Guau, diversión a tope, viva...!

¿Conclusiones?

Tanto los medios profesionales como los fans criticaron Sonic the Hedgehog con severidad, y honestamente, no me extraña. Éste es, casi con toda seguridad, el peor juego de Sonic jamás creado: bugs a raudales, gráficos pobres y pantallas de carga que ríete de las de Los Sims 2. Si quieres un Sonic en 3D que realmente merezca la pena, prueba con Sonic Adventure 2, Sonic Unleashed o Sonic Generations. Siendo optimistas, al menos estas dos últimas menciones nos indican que algo han aprendido de los errores.

Gráficos
Decepcionantes, cumplen sólo lo justito. Y si los comparas con las demos presentadas antes del lanzamiento, apaga y vámonos...

Sonido
Mira tú por dónde, esto sí es rescatable. El doblaje no es muy llamativo, pero la banda sonora es una verdadera delicia.

Jugabilidad
Lo cierto es que no sé por qué me molesto en escribir nada aquí. ¿Cómo puedo hablar de algo cuya existencia es un misterio para todos?

Duración
El juego es bastante largo, pero por los motivos incorrectos: tantos bugs aquí y allá harán que te cueste un riñón superarlo.

Lo mejor
· El debut de Silver en la franquicia.
· La banda sonora es de las mejores que se han escuchado en un Sonic.
· Los escenarios son variados y vistosos.

Lo peor
· Gráficamente ha sufrido un bajón más que notorio frente a las demos.
· Plaga de bugs (mira, nunca mejor dicho) que vuelven el control pésimo.
· Pantallas de carga que no parece que vayan a terminar nunca.

Nota final
2

viernes, 5 de agosto de 2016

Análisis - Jak and Daxter: El Legado de los Precursores (PlayStation 2)

Ya os hablé en el análisis a Dragon Quest: El Periplo del Rey Maldito de lo popular e importante que fue para la industria de los videojuegos el nacimiento de la PlayStation 2. Sin embargo, en aquel entonces, Sony tenía un pequeño problema: la licencia de Crash Bandicoot, quien se había convertido prácticamente en el estandarte de la primera PlayStation, había dejado de ser posesión de Naughty Dog, por lo que el bichejo anaranjado ya no iba a ser un exclusivo con el que ganar fuerza frente a la competencia. ¿Qué podían hacer para compensarlo? Pues, una vez más, Naughty Dog demostró que era capaz de todo y creó una nueva propiedad intelectual que sería lo más parecido al sucesor espiritual del viejo Crash, y lo convirtieron en el primer título que se lanzó para la PlayStation 2. Huelga decir que es tan bueno que, a la hora de encontrar los puntos negativos, he necesitado la ayuda de Marina Hurtado, amiga y fan del juego.


¿Qué tal le vino a Sony estrenar su consola con este juego?

No pudo haber hecho una mejor elección. La forma más corta de describir Jak and Daxter: El Legado de los Precursores es la siguiente: un Crash Bandicoot de mundo abierto. Lo primero que quiero elogiar de este clásico es el concepto de dúo heroico que tanto gusta ver en los plataformas tridimensionales. Desde Banjo-Tooie, no veía algo así, aunque en este caso, y a diferencia de Kazooie, el bueno de Daxter no tiene ninguna utilidad, más allá de aportar algo de frescura al juego con su humor y sus gestos divertidos. No me malinterpretéis con esto último, ¿vale? Daxter es un personaje que me encanta, de hecho la saga no sería lo mismo sin él.

Pero hablemos un poco de la historia, la cual se desarrolla en un mundo fantástico donde la energía vital se manifiesta en forma de una sustancia llamada Eco. Jak y Daxter, los protagonistas de la aventura, viajaron un día a la Isla de Misty, el único lugar que el anciano Samos les había prohibido visitar. Debido a ciertos incidentes con un artefacto Precursor (nombre que se le da a los creadores del universo) y un pozo de Eco Oscuro, Dax acaba convertido en un cruce entre nutria y comadreja naranja. La única forma de devolverlo a su estado original es con la ayuda de Gol Acheron, el sabio del Eco Oscuro, que casualmente, es el villano del juego, junto a su hermana Maia, pues han sucumbido al peligroso poder de dicho Eco y secuestrado a los otros sabios. Ahora, es el deber de Jak parar los pies a los hermanos Acheron, rescatar a los sabios y devolver a su peludo amiguito a su antigua forma.

¿Y esto qué es? Vas a tener que recoger muchos chismes que
guardan gran relación con los Precursor. ¡A coleccionar cosas!

No es que sea una trama de best-seller, pero cumple para lo que es el género y va siempre directa al grano para que no te aburras un solo instante. La idea del Eco es una buena forma de representar la salud y los poderes de Jak, así como los peligros y enemigos que encontrará a lo largo de su camino. Hay que destacar que el juego no comenzó con un desarrollo muy sencillo: sólo dos programadores iniciaron el proyecto un par de años antes de su lanzamiento, pues el resto del equipo estaba centrado en Crash Team Racing (último juego de la franquicia con el sello de la empresa que lo vio nacer), pero una vez acabado éste, todos se pusieron manos a la obra para darnos un título de estreno inolvidable.

Lo primero a destacar de Jak and Daxter: El Legado de los Precursores es lo increíblemente bonito que es a nivel visual; a estas alturas no nos coge por sorpresa que Naughty Dog exprima tanto el potencial de las consolas de Sony. Sí, tal vez hoy día no parece gran cosa, pero no podemos quejarnos de cómo ha envejecido, y teniendo en cuenta que es un juego de 2001, no vamos a pedirle más. Las expresiones faciales, el colorido, la animación, los modelos, los escenarios... No se me ocurre ni un solo fallo que mencionar en este apartado. Además, gozamos de una tasa de sesenta fotogramas por segundo en casi todo momento. Bueno, cincuenta en nuestro caso, ya sabéis que la PlayStation 2 europea estaba capada a esa cantidad.

Ojalá se pudiera decir lo mismo del apartado sonoro... El doblaje al castellano es más que decente, esto es algo en lo que la compañía ha ido mejorando bastante con el tiempo, y el abundante humor de su diálogo casa a la perfección con las voces carismáticas de los personajes. No, definitivamente el doblaje no es un inconveniente en este párrafo, sino la música. Está bien llevada, cambia correctamente según la zona en la que te encuentres, pero... Siento que es demasiado sosa. Las únicas pistas memorables que he encontrado son las de la Aldea de Sandover y la de la batalla contra Klaww. Pienso que tanto anteriores como posteriores trabajos de Naughty Dog tienen una banda sonora muchísimo mejor, incluso dentro de la propia trilogía de Jak and Daxter.

Venga, venga, que esto no es una película sólo para ver y oír,
sino un juego en el que divertirnos. ¡Y ha sabido hacerse eco!

Y ahora, pasemos a hablar de lo más destacable de Jak and Daxter: El Legado de los Precursores. Cómo no, me refiero a la jugabilidad: es la mezcla perfecta entre Crash Bandicoot y Super Mario 64 desarrollado en un mundo abierto. Jak cuenta con varios movimientos: doble salto, ataque giratorio, puñetazo rápido, gancho, caída en picado, voltereta, salto de altura... Puedes combinarlos como quieras para sortear obstáculos o para dar una señora paliza a los lurkers (enemigos del juego). Adicionalmente, en algunas partes del mundo puedes montar en una especie de "moto de aire" que levita a ras del suelo o en un ave muy grande (que no se parece, pero recuerda un poco a los chocobos) que puede planear ligeramente y propinar cabezazos.

Una parte importante, por no decir crucial del progreso, es coleccionar objetos. Todos los que hayáis jugado a juegos por el estilo sabéis de qué va la cosa: recoger monedas, anillos, plátanos, notas musicales... Cualquier ítem que sea el característico de la aventura y el que vas a encontrar con más frecuencia. En este caso, son las esferas Precursor, que de esferas tienen poco, pues poseen una forma ahuevada. Reunir muchas te será útil para comprar baterías, aunque la mayoría de éstas las encuentras en diferentes localizaciones o completando misiones, recados y minijuegos. Las baterías son el objeto más importante que ha de recoger Jak, pues son la fuente de alimentación de la maquinaria que usará para ir de un lugar a otro. También hay un equivalente a las monedas rojas que recogía Mario en su primera aventura en 3D: unas moscas robóticas que, al reunirse todas las de una zona, te regalan una batería. Accederás al verdadero final del juego cuando hayas reunido todas las baterías (pero tampoco te esperes un final muy épico).

Lo mejor de conseguir una batería, aparte del gustazo de habértela
ganado, es el bailecito que se marca Daxter cuando adquieres una.

El control es extremadamente sencillo, pero eso no significa que los retos también lo sean. Jak and Daxter: El Legado de los Precursores posee una dificultad ni muy fácil ni muy difícil, y casi nunca se te hará repetitivo debido a la variedad de localizaciones, al control intuitivo y al uso de los Ecos: el Eco Verde es la salud de Jak, que por cierto, es muy, muy limitada, lo que quizás hace el juego algo más desafiante. El Eco Oscuro es dañino, ni se te ocurra tocarlo; que Dax sobreviviera a un pozo de esa porquería no quiere decir que tú vayas a tener la misma suerte, así que ni te acerques. El Eco Rojo aumenta el poder y el alcance de tus ataques cuerpo a cuerpo. El Eco Azul cubre tu cuerpo de electricidad, con lo que atraes objetos cercanos, activas mecanismos al contacto y te da una gran velocidad. Por último, tenemos el Eco Amarillo, el cual te permite lanzar enormes bolas de fuego de la palma de tu mano. La distribución del Eco por el mapa te obliga a aprovecharlo lo mejor posible antes de que se acabe el efecto, lo cual le da un plus de entretenimiento para que no se te hagan tareas excesivamente sencillas.

Sólo hay dos problemas relacionados con los desafíos... El primero es que hay poquísimas batallas contra jefes, siendo únicamente tres. ¡Sí, sí, sólo tres en todo el juego! Y no es que sean demasiado difíciles, la verdad es que al segundo o tercer intento ya deberías tenerlos despachados a todos. Pero bueno, podría ser peor, ¿verdad, Alice: Madness Returns? El segundo es la escasez de puntos de control. No pido que guarden cada paso que des para que te puedas permitir todos los fallos del mundo, pero tampoco que se me obligue a reintentar todo un sendero complejo que, tras varios intentos, puede hacerse algo tedioso. ¿Y sabéis lo peor? Que esto también pasa en Jak II: El Renegado.

Descuida, que a pesar de los fallos, si eres fan de los plataformas
en tres dimensiones, con este título no te vas a aburrir ni pizca.

¿Conclusiones?

Me hubiera gustado alargar un poco más la review, pero creo que ya está escrito todo lo que tengo que decir al respecto, tanto bueno como malo. Jak and Daxter: El Legado de los Precursores es uno de los mejores exclusivos de PS2, y personalmente, uno de mis juegos favoritos de Naughty Dog. Su abundante humor y el hecho de que Daxter te suelte algún chascarrillo cada vez que caes en combate hacen que incluso perder tenga su parte graciosa. Es una pena que el estudio haya decidido enfocarse exclusivamente en juegos más realistas y cinemáticos estos últimos años, porque tienen muchísimo talento para crear este tipo de mundos. Ojalá un día les dé por hacer una nueva entrega de Jak and Daxter...

Gráficos
Estamos hablando del primer juego de PS2, ¡y se ve mejor que muchos títulos posteriores! Las animaciones son una pasada y el colorido de los personajes y escenarios es aún mejor.

Sonido
Aquí flaquea, y mucho. No hay pegas en cuanto al doblaje español, pero sí con respecto a la música, pues le falta chicha y, sobre todo, variedad.

Jugabilidad
Ha envejecido estupendamente en este sentido. Sigue siendo un control simplón, pero eficaz para su género, y las mecánicas del Eco aportan algo de diversidad.

Duración
Es el más corto de la trilogía, pero aun así cuenta con una buena duración si te propones completarlo al 100%. Pero, una vez hecho, pocas razones te quedan para seguir, a no ser que te guste mucho.

Lo mejor
· Uno de los mejores estrenos que se puede dar a una consola.
· Personajes simpáticos con un buen doblaje al castellano.
· Jugabilidad y escenarios que casan a la perfección.

Lo peor
· ¿Puntos de control? ¿Eso qué es?
· La música es más bien floja comparada con la de otros juegos de la compañía.
· Hay muy pocas batallas contra jefes.

Nota final
8'5