viernes, 16 de septiembre de 2016

Análisis - Sonic the Hedgehog 3 & Knuckles (SEGA Mega Drive)

Antes de comenzar, me gustaría dejar una cosa clara: estoy a punto de analizar un juego de una consola de 16-bits. No había retrocedido tanto en el tiempo a la hora de redactar un análisis completo, pero estoy yendo un paso más allá debido a que éste es un análisis de, no uno, sino dos juegos. Para los más jovenzuelos, os explico: SEGA diseñó un dispositivo que permitía conectar dos cartuchos a la vez en la Mega Drive para dar lugar a un juego ampliado. Esto ocasionó el nacimiento del juego de Sonic en 2D más completo, irónicamente, creado a partir de dos cartuchos inacabados. Pero las pegas para más adelante, el pobre erizo ha tenido un pésimo estreno en la página y hay que compensárselo.


¿Inacabados? ¿Qué quieres decir con eso?

Veréis, cuando salió Sonic the Hedgehog 3 en febrero de 1994, los fans del erizo lo adoraron, pero lo curioso del asunto es que SEGA ya estaba trabajando en su secuela y, en octubre del mismo año, vio la luz Sonic & Knuckles. Sin duda, todo era demasiado raro... ¿Podíamos hallarnos ante el primer caso de formato episódico, o más bien era una expansión? Ya que Sonic the Hedgehog 3 iba a contar originalmente con mucho más contenido pero se quedaron sin tiempo (parece que me encuentro con este problema muy a menudo últimamente), decidieron meter el resto del juego en otro cartucho y venderlo en otoño. Incluso puedes encontrar contenido de Sonic & Knuckles incompleto en el cartucho de Sonic the Hedgehog 3. Por eso, la mejor forma de jugar al título que verdaderamente SEGA quería darnos era ensamblar ambos cartuchos con un periférico y gozar del que muchos consideran el mejor Sonic de su generación.

Tenéis acceso a todos los niveles del juego, así como a los tres
personajes principales. ¡Esto va para largo, os lo puedo asegurar!

Hoy día os parecerá algo muy cotidiano, pero en aquel entonces, era toda una novedad que un juego de Sonic permitiese guardar la partida, además de poder elegir con qué personaje (o personajes, si preferías ir con el dúo dinámico) hacer todo el recorrido en la misma pantalla de selección de datos. En Sonic the Hedgehog 3, se nos ofrecía la posibilidad de escoger entre Sonic y Tails, ya fuesen juntos o por separado; en Sonic & Knuckles, las opciones eran (como dice el título) Sonic y Knuckles, aunque solo individualmente. Ergo, en Sonic the Hedgehog 3 & Knuckles podemos tanto jugar los niveles de Sonic the Hedgehog 3 con Knuckles como jugar los niveles de Sonic & Knuckles con Tails (espero que no os estéis haciendo un lío con los nombres, porque esto va a más).

Esto convierte a Sonic the Hedgehog 3 & Knuckles en uno de los juegos más largos de su saga. ¿Acompañarán los gráficos a la extensa experiencia jugable como se merece? ¡Ya lo creo! Pocos juegos de Mega Drive superan a este memorable título en el apartado gráfico: los sprites de Sonic y Tails han recibido un lavado de cara, hay una mayor cantidad de animaciones, los enemigos y jefes son muy variados, los escenarios tienen un nivel de detalle incluso superior al de Sonic the Hedgehog 2 y los efectos están ahí. La música sigue los estándares de la saga y cumple sobradamente; además, aunque no figura en los créditos, se sabe que parte de la banda sonora fue compuesta por el mítico artista de pop Michael Jackson. ¡Y no veáis si se nota en según qué pistas!

La fórmula clásica del erizo sigue funcionando. Si no está
roto, ¿para qué lo vas a arreglar? Oh, y hablando de roto...

Puestos a mencionar algo en contra, Sonic the Hedgehog 3 & Knuckles es un festival de bugs y glitches: desde teletransportes a toda pastilla por todo el mapa hasta sprites parpadeantes. Y el conocido "modo debug" (una especie de método para colocar items a voluntad en cualquier lugar del escenario mientras se juega) aumenta el riesgo según cómo se use, aunque esto es algo normal. No penséis que esto se debe a juntar los dos cartuchos, ¡para nada! Incluso jugándolos por separado, la cantidad de glitches es considerable. El error más común sucede al agacharse en determinados puntos: en anteriores juegos de Sonic, las zonas se dividían en fases, pero aquí, cada zona tiene dos fases conectadas dentro del mismo mapa, para que pases de la primera a la segunda de manera ininterrumpida. Esto hace que los escenarios sean muchísimo más grandes y ocasionan el desplazamiento del personaje a toda pastilla (haciendo gala del por aquel entonces llamado "blast-processing" de la consola).

Aun así, los escenarios son bastante vistosos, y el diseño arquitectónico del juego en general es muy bueno. A ver, es un Sonic, no esperas otra cosa que caminos largos, rizos y anillos flotando. Pero han añadido nuevas plataformas y cachivaches para desplazarse por ahí, como unas escaleras de mano colgadas del techo, unos teletransportadores rojos que te lanzan a otro punto del mapa, setas gigantes sobre las que botar, poleas que, al presionar hacia abajo subidas a ellas, te elevan... ¡Hay de todo! Las que siempre odié son las plataformas cilíndricas de Carnival Night Zone: lo primero que piensas al saltar sobre ellas es que puedes hacer que bajen lo suficiente si botas varias veces aprovechando tu propio peso, así que lo haces en una parte bloqueada por uno de estos cilindros, ya que el camino a seguir se encuentra justo debajo de éste. ¡Pero no! Tienes que ponerte encima y pulsar abajo con cierta sincronización hasta que la plataforma haya bajado lo suficiente. Juro que llegué a perder en aquella parte porque alcancé el límite de tiempo. 

No faltarán batallas contra las máquinas de Robotnik como
no habíamos visto antes en la saga. ¡Más grandes que nunca!

Por supuesto, tenemos de vuelta las fases bonus: unas para conseguir mejoras y otras para hacernos con las Esmeraldas del Caos, las cuales, una vez reunidas todas, nos permitirán transformar a nuestro personaje en una versión invencible a costa de ir perdiendo anillos. Estos también tienen sus propias habilidades: como en Sonic the Hedgehog 2, Tails puede volar unos instantes gracias a sus dos colas, y Knuckles puede planear y trepar muros. Aunque Sonic no tiene habilidades predeterminadas tan molonas, es el más rápido de los tres, es capaz de atravesar corazas enemigas y también es el único que puede beneficiarse de unos efectos extras de los nuevos escudos: el escudo eléctrico atrae anillos cercanos, el escudo de fuego permite caminar sobre la lava y el escudo burbuja es el único que no se desactiva al sumergirse en el agua y proporciona respiración acuática. Sonic puede aprovechar estos escudos aún mejor: el eléctrico le da derecho a realizar un salto doble, el de fuego hace que salga disparado hacia delante al volver a pulsar el botón de salto, y con el acuático puede botar contra el suelo y propulsarse hacia arriba. Es divertido superar todos los niveles (que no son pocos) con cada personaje, ya que nos hace idear nuevos caminos más convenientes para su desplazamiento habitual.

Poco más queda que añadir: hay un modo multijugador competitivo y el segundo jugador puede controlar a Tails en el modo individual si el primer jugador elige jugar como el dúo, tal y como ocurría en la precuela. Sólo como curiosidad, ¿sabéis qué otro juego ofrecía esta peculiar forma de jugar? Shadow the Hedgehog, cuando ibas con un compañero. Tardé años en darme cuenta de ello, y puede que en un futuro lejano me plantee escribir un análisis para ese... juego igual de peculiar. Pero estamos con Sonic the Hedgehog 3 & Knuckles, así que no perdamos el hilo: su mayor punto a favor es que, al ser la unión de dos juegos, el resultado es una travesía muy extensa; la dificultad se mantiene en su justa medida durante casi todo el trayecto, por lo que no notas demasiado bajón al acabar la última fase de Sonic the Hedgehog 3 y comenzar la primera de Sonic & Knuckles

Controlar a Knuckles el equidna es una verdadera gozada...
Es el peor corredor y saltador del juego, pero... ¡Es Knuckles!

¿Conclusiones?

En lo referente a títulos en 2D, Sonic the Hedgehog 3 & Knuckles es el rey de su saga: larguísimo, con tres personajes a elegir, mimados apartados gráfico y sonoro, jefes finales increíbles y jugabilidad familiar pero renovada. Lo único realmente malo son los abundantes glitches, pero al menos no estropean la experiencia jugable como ocurría en el Sonic the Hedgehog de 2006. Si eres fan de la entrañable mascota de SEGA o tienes una Mega Drive y te puedes permitir un par de cartuchos (más su correspondiente periférico), ¡ya estás tardando en hacerte con ellos! A propósito, también podías combinar Sonic the Hedgehog 2 con Sonic & Knuckles para pasarte el segundo título de la franquicia controlando al famoso equidna rojo. Por si también le quieres echar un vistazo...

Gráficos
De no ser por la existencia de Vectorman y Vectorman 2, estos podrían ser casi sin problema los mejores gráficos vistos en la consola, con muchos elementos en pantalla y abundante colorido.

Sonido
Una banda sonora a la altura de la reputación de su saga, con muchos compositores de primera detrás. El sonido inconfundible de Mega Drive ha sido aprovechado al máximo para esta perla.

Jugabilidad
Han pulido ciertos aspectos de los anteriores juegos, y las mejoras aplicadas se notan muchísimo. Eso sí, algún glitch te encontrarás por ahí, tenlo por seguro.

Duración
Como juegos individuales, tienen la duración típica de un juego de Mega Drive, pero unidos, dan origen a uno de los títulos de plataformas más largos de su época. ¡Y uno de los más divertidos!

Lo mejor
· Dos de los mejores juegos de Sonic unidos en uno solo.
· Gráficos y música que deleitan a nuestros sentidos.
· Jugabilidad refinada, tres personajes a elegir y muchos niveles.

Lo peor
· Necesitas dos cartuchos y un periférico para jugarlo en tu consola.
· Bastantes glitches, incluso en los juegos por separado, aunque no muy graves.
· La acción a veces se ralentiza ligeramente según por dónde pases.

Nota final
9

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